lunes, 23 de enero de 2012

Al son de la batuta

No pude acudir a la primera sesión de la asignatura. Me perdí una clase genial, por todo lo que mi compañera Alba me contó. Me explicó que en qué había consistido la sesión, cuáles fueron sus primeras impresiones, y me transportó a través de la imaginación a la clase que habían vivido. No estuve allí, pero gracias a su explicación puedo visualizar qué hicieron ese día y puedo, igualmente, acceder al conocimiento y aprender gran parte de lo que Tomás quiso transmitir. 

Parece ser que el profesor se presentó y pidió a mis compañeras que se dispusiesen en círculo. Sin decir palabra, mediante gestos, la mirada y algunos sonidos fue corrigiendo las posturas de las alumnas. Fue mirándolas una a una (y uno). No vi esa forma de actuar, pero me la imagino perfectamente, pues en las sucesivas clases esa fue su forma de trabajar cuando quería enseñarnos algo: observar y corregir, utilizar la imitación para que supiésemos qué teníamos que hacer, captar nuestra atención. 

Mediante esas correcciones consiguió que todas adoptaran la postura que pretendía: postura erguida, el peso repartido al 50% entre las dos piernas, las piernas ligeramente separadas, los brazos relajados y paralelos al cuerpo y la mirada al frente. Tras esto, les indicó cómo debían colocar sus manos: un brazo a la altura de la tripa, con la palma de la mano hacia arriba esperando el choque de la otra mano: tenían que dar palmadas con esa postura. Él era el encargado de marcar el ritmo, y solamente comenzó su actividad cuando, después de mirar a todos y cada uno de los alumnos, se aseguró de que todos tenían la posición correcta. Sus gestos, movimientos faciales y oculares, el movimiento de su barbilla predijeron la palmada. Casi todos dieron la palmada a la vez que Tomás. No explicó con palabras en qué consistía el juego. Sus actos hablaron por él. Tras varias repeticiones, todo el grupo realizaba la percusión de palmadas a la vez. Entonces llegaron las novedades: fue variando la intensidad y el ritmo e introdujo silencios, siempre anticipando lo que iba a hacer mediante su expresión facial, su mirada y sus gestos. 

Cuando ya el juego era dominado por todos, otra variación: dividió el grupo en dos mitades, una a la derecha y otra a la izquierda. Levantando su brazo izquierdo o derecho, iba indicando qué grupo tenía que hacer sonar sus palmas. Pero, ¿y cuándo tenían que comenzar a dar la palmada? Primero sube el brazo para indicar qué grupo comienza, y al bajarlo y llegar hasta la mitad de su cintura éste debería comenzar a tocar. Las palmadas sonaban con variaciones en ritmos e intensidades, alternando de un grupo a otro. 

Me contó Alba que, al terminar su “concierto”, todas comenzaron a reírse. Tomás, serio, dijo que eso no se podía hacer, que los músicos de una orquesta no se empiezan a morir de la risa cuando terminan de tocar. Esta misma “regañina” nos caería en sucesivas sesiones, pero es que a veces era imposible no reírse. 

Terminaron este ejercicio rotando el rol de Director de la orquesta, comentando entre todos los errores, matices interesantes… 

En la clase de Infantil podemos jugar también a que somos una orquesta y yo o un niño ser el Director. Primero veremos un vídeo de Youtube de cómo se comporta un Director de Orquesta cuando dirige a sus músicos. Puede resultarles aburrido si simplemente se ve y ya está, pero se les debe motivar, por ejemplo, con que vamos a convertirnos en una orquesta de músicos, pero antes tenemos que investigar y buscar pruebas en la pizarra digital de cómo funciona, el juego puede hacerse más interesante. De este modo se les introduce el concepto de orquesta y se acercan a la figura del Director de Orquesta.


Una vez que hemos visto el vídeo, pasamos a jugar, imitando los movimientos del director para dirigir al grupo. La clase también se divide en grupos de músicos. Podemos utilizar instrumentos, como el triángulo, el xilófono, las campanitas o asignar un tipo de percusión corporal a cada grupo: palmadas, patadas en el suelo, pitos con los dedos, palmadas en las piernas, etcétera. El Director tiene que indicar qué grupos tocan sus instrumentos, si tienen que tocar rápido o lento … Mi trabajo, si es un niño el que dirige la orquesta, es el de ayudarles a interpretar las órdenes y ayudarles a producirlas. Sobre todo hasta que lo asimilen, tengo que insistir en que si muevo el brazo rápidamente es que los músicos han de tocar rápido, si lo muevo despacito, lo mismo han de hacer los músicos. Debo acompañarles en ese aprendizaje, en el juego simbólico.

¿Y qué trabajamos con este tipo de juegos? La atención y la concentración están presentes, pues se ha estar atentos a cuándo el Director da la orden de acción. La coordinación psicomotriz; el ritmo; el acercamiento y conocimiento al concepto de orquesta, a la figura del Director y a los posibles instrumentos que utilicemos en clase o veamos en el vídeo; la expresión y canalización de las emociones y sentimientos a través de la música y el movimiento; las TIC, pues hacemos partícipe a la Pizarra Digital Interactiva u ordenador y a Internet en la búsqueda de información, así como el visionado de un vídeo; la velocidad de ejecución e incluso la intensidad si también se introduce en el juego. 

Me parece interesante añadir, a esta explicación práctica de la sesión, teoría encontrada en Internet sobre el tema. En primer lugar, ¿qué es una orquesta? Hoy en día, una orquesta es el conjunto de instrumentos musicales y de los músicos encargados de tocarlos. 

Existen diferentes tipos de orquesta: Orquesta Sinfónica, que cuenta con varias familias de instrumentos y, generalmente, más de 80 músicos; Orquesta de Cámara, que también abarca todo tipo de conjuntos instrumentales pero con un tamaño menor, es decir, menos músicos en su lista; Orquesta Joven, formada por estudiantes de la carrera de música en el Conservatorio o academias privadas; orquestas específicas a una sola familia de instrumentos. 

Estas imágenes muestran la distribución de los instrumentos de la Orquesta Sinfónica:


En el vídeo de a continuación se puede ver la interpretación de una serie de canciones de la Oreja de Van Gogh por la Orquesta Sinfónica Teatro Castelar de ELDA, bajo la dirección artística de Octavio J. Peidró:


El Director de orquesta se encarga de coordinar los distintos instrumentos que componen dicha orquesta. Entre sus competencias se encuentran “llevar el tempo, indicar la entrada de grupos instrumentales individuales, marcar los acentos dinámicos y llevar a cabo cualquier otra instrucción relevante dejada en la partitura por el compositor. […] También son deberes del director de orquesta coordinar los ensayos, resolver disputas y desacuerdos entre los músicos.” 

Utilizan la batuta y sus gestos para realizar las indicaciones. 


Ahora falta definir la dirección de orquesta. Esta definición de Internet me resulta interesante y llamativa: “consiste en la aplicación de forma artística de determinadas técnicas gestuales, de ensayo y psicológicas para conseguir que una orquesta recree la obra de un compositor de la forma más adecuada a cómo éste la pensó al crearla”

Encontré también teoría relacionada con esas técnicas gestuales, psicológicas y de ensayo recogidas en la definición. 

Las técnicas gestuales son los movimientos físicos que el director realiza para indicar a la orquesta cómo tienen que tocar. Generalmente, son los brazos los encargados de realizar estas técnicas, aunque se recomienda emplear todo el cuerpo en esa expresión gestual. Hay tres figuras principales dentro de la técnica de brazos (extraído de aquí): 

  • Alla breve y/o binario: el gesto se divide en dos fases, una de subida y otra de bajada, desde un punto de inicio o pulso.

  • Ternario o triángulo: El gesto se divide en pulso inicial, tramo horizontal hacia fuera, en que se marca el segundo pulso, tramo vertical de subida desde el tercer pulso y caída hasta el siguiente pulso inicial. 
  • Cuaternario o en la cruz: El gesto se divide en pulso inicial, tramo horizontal hacia dentro (con o sin cruce de brazos) hasta el segundo pulso, tramo horizontal hacia fuera hasta el tercer pulso, y cuarto pulso con rebote vertical hacia arriba más su posterior caída hasta el siguiente pulso inicial.

Como se puede ver en la misma página, "las técnicas psicológicas consisten en la manipulación de los músicos y del público para re-crear las intenciones del compositor al crear la obra musical. Dependerán de la habilidad del director de orquesta como comunicador y de su disposición hacia la obra." Las técnicas de ensayo son las aplicadas durante el trabajo de ensayo de las obras y constituyen la verdadera labor del director de orquesta, al ser en ellos en los que se puede profundizar en el conocimiento de la obra y de su interpretación."

Este vídeo me dejó sin palabras. Alucinante. Este director me dejó boquiabierta. Magnífico. Arturo Toscanini. Ese es su nombre. Y en este vídeo dirige "The Rides of the Valkyries" de Wagner.



Para mi desgracia, no tengo la suficiente cultura ni conocimiento sobre la dirección de orquesta, pero desde mi humilde opinión, su expresión me parece genial, su forma de dirigir, cómo van cambiando la intensidad los músicos en función de sus gestos y su expresión facial, cómo callan unos y comienzan a tocar otros gracias a sus indicaciones. Es una labor que jamás me había parado a observar. Pero en mi interior se han despertado las ganas de hacerlo cuando tenga ocasión. Es como si hubiese necesitado la excusa de esta actividad para abrir los ojos ante algo que siempre ha estado ahí pero que nunca "había visto".

Me hubiese gustado estar en ese momento. Allí. En ese concierto. Con ese director. Me ha dejado impresionada su forma de interactuar con el público. Este vídeo es una interpretación del clásico Marcha Radeztky de Johann Strauss (hijo), en el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, año 2009. El director es Daniel Barenboim. Se puede ver en el vídeo cómo se comunica gestualmente con los músicos e incluso con el público, guiando las intervenciones y logrando la ejecución  de una pieza musical de una forma maravillosa, alegre y divertida. 






En los movimientos de Herbert Von Karajan dirigiendo Danubio Azul de Strauss encuentro cómo transmite esa tranquilidad, calma y suavidad con sus gestos y su expresión facial para interpretar las partes más pausadas. 


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